Corta las cebollas en
juliana y póchalas en una cazuela con un chorro de aceite de oliva.
Separa las pechugas de las
becadas y resérvalas. Pon el resto (incluidas las cabezas) en una fuente apta para el horno. Salpimienta, coloca unas láminas finas de tocino por encima y hornea a 180º durante 8
minutos.
Transcurrido ese tiempo,
limpia bien los interiores de la becada y saltéalos en una sartén con unos trozos de tocino, sal y pimienta. Cuela y unta con este paté unas rebanadas de pan tostado.
Corta las patas de la
becada, trocea las carcasas e introduce todo en la cazuela de la cebolla. Añade una hoja de salvia. Vierte el brandy y flambea. Cubre con agua y cocina durante 30 minutos.
Pon abundante aceite en
una cazuela con las esporas de la vainilla y la vaina. Corta la patata y la manzana en láminas cuadradas e introdúcelas en la cazuela. Salpimienta y deja que se confiten a fuego
suave.
Cubre las pechugas con un
trozo de tocino, salpimiéntalas y ásalas en una sartén sin nada de aceite.
Emplata las pechugas
asadas y el resto de la becada con su salsa. Acompaña con la manzana y la patata confitada y con las tostadas. Sirve.